martes, 23 de octubre de 2012

Las Penas, Córdoba


Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas, Nuestra Señora y Madre de los Desamparados, San Juan Evangelista, María Santísima de la Concepción y Santiago


Córdoba



Datos Históricos


La Devoción al Santísimo Cristo de las Penas es una de las más antiguas y arraigadas en el pueblo de Córdoba. La imagen es una talla del siglo XIII que bien pudo ser testigo de la cristianización de Córdoba por el rey Fernando III allá por el año 1.236.

El Santísimo Cristo de las Penas fue muy venerado por órdenes religioso-militares como los Templarios y los Caballeros de Santiago, con la advocación de Santísimo Cristo de la Sangre. Se ha afirmado erróneamente, durante mucho tiempo, que los primeros datos históricamente fechados que se conservaban se remontaban al 2 de marzo de 1.564 en que el obispo de la diócesis aprobó las reglas de la primitiva cofradía fundada en torno a la imagen, ya con la advocación de Santísimo Cristo de las Penas, pero este extremo ha sido posteriormente desmentido por el historiador D. Juan Aranda Doncel ya que las visitas generales del obispado correspondientes al periodo 1564-1637 refrendan la inexistencia de cofradía bajo el título de Cristo de las Penas en el templo de Santiago Apóstol.


Al final de la guerra civil española un grupo de fieles lleva a cabo la fundación de una nueva hermandad en torno a la imagen. Esta hermandad, con el título de Santísimo Cristo de la Lanzada, tuvo tan solo un año de vida y se disuelve sin llegar ni tan siquiera a salir procesionalmente debido a desavenencias surgidas entre sus miembros.

Siendo párroco don Juan Antonio Lozano González la imagen del Santísimo Cristo de las Penas preside un solemne Vía Crucis en la Cuaresma del año 1.951 y la Misión celebrada en marzo del año 1.952.

La actual hermandad de las Penas tiene su origen en el seno de las Juventudes de Acción Católica gracias al empeño de don Antonio Jiménez García quien, en compañía de otros vecinos del barrio y con el apoyo y colaboración del recién llegado párroco, don Antonio Navarro Sánchez, consiguen el 25 de enero de 1.955 constituir la comisión gestora de la actual Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas. El día 2 de Enero de 1.956 son aprobados los Estatutos por el Vicario General de la Diócesis y se nombra Hermano Mayor a D. Eduardo Cuevas Sánchez. La Cofradía realizó su primera estación de penitencia al año siguiente estrenando en breve espacio de tiempo la cruz del Señor que actualmente conserva y el paso tallado en madera color caoba obra del artista cordobés y hermano de la Cofradía don Ricardo Castillo Gutiérrez.


Durante 16 años, el Señor salió en solitario hasta que en 1.973, siendo hermano mayor don José María Ruiz Polo se incorpora la imagen de Nuestra Señora Madre de los Desamparados, obra del escultor sevillano Antonio Eslava Rubio, y posteriormente, en el año 1.978 la de San Juan Evangelista también del mismo autor.



En el año 1979, la Virgen y San Juan estrenan su propio paso de palio. No obstante, en el mes de diciembre de ese mismo año, un incendio asola en pocas horas la Parroquia de Santiago reduciendo a cenizas el paso del Señor y los respiraderos del nuevo palio, si bien, afortunadamente, las imágenes sufren daños de escasa consideración necesitando la Virgen y San Juan una restauración que es acometida por el imaginero sevillano Juan Ventura.

Tras el incendio, la cofradía se ve obligada a trasladarse a la vecina Parroquia de San Pedro. Gracias al tremendo esfuerzo de sus hermanos, cuatro meses después, la hermandad realiza su estación de penitencia en la tarde-noche del Domingo de Ramos de 1.980. En ella, el paso de palio tiene que salir sin respiraderos, colocándose en su lugar unos paños de terciopelo negro recogido a modo de bambalinas, mientras que el Cristo es llevado en unas parihuelas a hombros de los hermanos generosamente prestadas por la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de las Aguas de Sevilla.


Durante dos años, el Cristo de las Penas tuvo que salir a hombros de los hermanos, hasta que, en el año 1.982, se estrena el nuevo paso que se termina en su primera fase dos años más tarde. En el año 1.985, se estrena el frontal de los respiraderos del paso de palio, pero en ese mismo año la parroquia de San Pedro, donde residía la Hermandad desde el incendio de la de Santiago, es cerrada al culto por obras. Tras un largo periplo, la hermandad de la Santísima Virgen del Socorro ofrece su pequeña ermita para acoger a la Cofradía. Allí van a recibir culto las Imágenes hasta el mes de Octubre del año 90 en que son trasladadas a la Iglesia del Carmen donde reciben unos meses culto, hasta la apertura de la Iglesia de Santiago Apóstol en la Cuaresma del año 91. Durante este periodo de tiempo, cada año, las imágenes son trasladadas a la casa del General Varela sita en el Realejo, desde donde realizarán su estación de penitencia.

En el año 1.987 se incorpora a la hermandad la imagen de María Santísima de la Concepción, donada a la Cofradía por el hermano don Manuel Jiménez García. Así en un cabildo general extraordinario celebrado el día 17 de enero, los hermanos presentes aprueban por amplia mayoría su incorporación a la hermandad. Inmediatamente, la junta de gobierno organiza su bendición , que se celebra el 22 de febrero en el convento de la Piedad, celebrando el acto fray Ricardo de Córdoba, concelebrando don Rafael Flores Morante y actuando como padrinos doña Manuela García Perea y don Carlos Rangel López. Ese mismo año, María Santísima de la Concepción realiza, en el paso de palio, su primera estación de penitencia, pasando las imágenes de Nuestra Señora Madre de los Desamparados y San Juan Evangelista a los pies del Santísimo Cristo de las Penas, donde ya habían procesionado anteriormente. También en el año 1.987, concretamente el día 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción, la imagen de María Santísima de la Concepción recibió la Coronación Diocesana en el Santuario de la Fuensanta ante la imagen de la Virgen de la Fuensanta que había sido nombrada esa misma mañana Patrona de las Cofradías cordobesas. Tras la coronación, la imagen fue trasladada en solemne procesión a la ermita de Nuestra Señora del Socorro.

Como ya hemos indicado anteriormente, en el año 1.991 concluye la restauración de la Iglesia de Santiago y la Cofradía vuelve a su lugar de origen donde permanece hasta nuestros días.

En el año 2005, la hermandad conmemora su cincuenta aniversario fundacional con un extenso programa de actos (ver sección cincuentenario) entre los que destaca la celebración en nuestra ciudad durante los días 15 y 16 de octubre, del Congreso Nacional sobre la advocación de las Penas organizado por nuestra Hermandad con el patrocinio de la Excma. Diputación de Córdoba, el Excmo. Ayuntamiento de Córdoba, Cajasur y la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba.

Estos actos culminaron el día 29 de octubre de ese año con una salida extraordinaria de los dos pasos de la cofradía desde la Santa Iglesia Catedral, donde en los días previos se había celebrado un Solemne Triduo Extraordinario. Hay que destacar que S.A.R. el Príncipe de Asturias había tenido a bien aceptar la Presidencia del Comité de Honor del Cincuentenario Fundacional de la Hermandad mediante un escrito dirigido a nuestra hermandad con fecha del 22 de diciembre del año 2004.


Imagenes


La imagen del Santísimo Cristo de las Penas está considerada como la imagen más antigua de la Semana Santa cordobesa. Es una talla de autor anónimo. Su antigüedad se remonta para algunos autores hasta el siglo XIII, considerándola una pieza importante de la escultura gótica. Para otros, estaríamos ante una talla labrada hacia 1.400 y profundamente modificada, en tiempo no determinado, para aproximarla a la moda del siglo XVI. Estéticamente, la imagen muestra una gran analogía con los crucificados que se tallan en nuestra ciudad en la segunda mitad del siglo XVI, aunque el autor se inspiró en las formas manieristas que imperaban en la ciudad en los últimos años del quinientos.


Madre de los Desamparados y el Apóstol fiel. Ambas imágenes son obra del imaginero sevillano Antonio Eslava Rubio. La imagen de la Virgen de los Desamparados fue adquirida el día 17 de marzo de 1.973 y fue bendecida por el entonces obispo de córdoba don José María Cirarda Lachiondo. La Coronación Diocesana tuvo lugar el 9 de marzo de 1.980 en la iglesia parroquial de San Pedro, por el obispo don José Antonio Infantes Florido.

Es una imagen de candelero, que lleva talladas la cara y las manos en madera de pino de Flandes. Morfológica e iconográficamente, responde al gusto neobarroco. Su rostro maduro, de pálidas carnaciones, se anima con los consabidos postizos: ojos y lágrimas de cristal y pestañas de pelo natural.


La imagen de María Santísima de la Concepción es obra de Juan Ventura y fue encargada en el año 1.986 por Manuel Jiménez García, quien posteriormente la donó a la hermandad en el año 1.987. Es una imagen de vestir, que tiene tallados busto y tronco hasta las caderas, y el resto de cuerpo de candelero. La cabeza y el tronco están realizados en madera de cedro y las manos en caoba. Su rostro expresa el sentimiento del dolor vivo, reforzado por el entrecejo plegado, una leve incurvación al inicio de las cejas, los grandes y llorosos ojos y los labios temblorosos.

Pasos Procesionales


Misterio: La labor de carpintería fue realizada por Pedro García Cueva y la talla por Pedro Agüera, quien comenzó la obra en 1.982 y la concluyó en 1.984. Es un paso de estética neobarroca pintado en color caoba. Los respiraderos van tallados con una decoración vegetal que envuelve unos paneles sin ornamentación; sobre ellos se eleva el canasto, de planta muy quebrada y forma abombada, decorado con abundante decoración vegetal calada y bandas, a modo de abrazaderas, que enmarcan tondos con relieves que aluden a la hermandad y a las imágenes titulares del paso. En las esquinas, cuatro candelabros arbóreos que sostienen siete tulipas, completan el adorno e iluminan la composición neobarroca. estos fueron hechos en 1.988 por Guzmán Bejarano.


Palio Las primeras piezas que se encargaron fueron la peana y los varales, que fueron realizados en el año 1.979 por Manuel de los Ríos en alpaca cincelada y plateada dentro de una estética neobarroca. La candelería, formada por 86 piezas, fue realizada por Manuel de los Ríos en los años 1.979 y 1.980. En el año 1.984, se conciertan con el taller de orfebrería de Villarreal de Sevilla la hechura de los respiraderos que fueron terminados en el año 1.990. En el año 1.991, se encargarían a este mismo taller seis candeleros grandes o "Marías" y al taller de Hermanos Delgado los faroles de la delantera del palio y un juego completo de jarras. En años sucesivos, se irían encargando los distintos faroles al mismo taller: los de entrevarales y los de cola, que se realizarían entre los años 1.993 y 1.998. Los dos últimos faroles de cola del grupo de seis del paso de palio fueron estrenados en el año 1.997. En el año 2008 se restauran la candelería y peana por parte de Talleres Angulo.


Estación de Penitencia: Domingo de Ramos




Su Templo

Parroquia de Santiago Apostol



Construida sobre la antigua mezquita musulmana del Amir Hisham, siendo esta utilizada como templo hasta la construcción de la Iglesia. En el año 1635 se le pone una nueva techumbre obra de Alonso Muñoz. La torre es el antiguo minarete al que se le añadió una espadaña en el Siglo XVIII.

La fachada principal, abocinada, como la de casi todas las iglesias construidas inmediatamente después de la reconquista, tiene un rosetón con dos series concéntricas de arquillos, unos apuntados y otros lobulados. Se conserva una escultura de Santiago fechada en 1.770 y obras de escultores modernos como la Virgen de los Desamparados y San Juan, de Eslava Rubio. 

En el Siglo XIX se realizo una profunda reforma en el edificio donde se le quiso dar a la Iglesia un aire Neoclásico, que tanto se llevaba en la época.

Muy reformada, ya que fue destruida por un incendio que la dejó en estado ruinoso, volvió a abrirse al culto en 1990. Conserva el primitivo ábside central.

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